jueves, 11 de septiembre de 2008

hombres sin miedo

Estuve en una finca donde había un niño de 4 años en medio de 6 adultos. Yo conciente de lo aburrido que estaría, lo invite a dar un paseo por el rió donde yo lo cuidaba.
Al principio tenia miedo de ir con una extraña y preguntaba constantemente si nos estábamos alejando demasiado y no soltaba por un segundo mi mano. Después de un rato el niño daba saltos de piedra en piedra libre y disfrutando el paseo. Cuando dimos n paseo en bote por el lago se bajo y me regalo una flor que puse en mi pelo para demostrarle lo mucho que me había gustado. Y pensaba… Cuantas veces justifique la falta de detalles de “algún hombre” y trataba de comprender que la falta de romanticismo era algo producto de no haber sido enseñado por alguien y que había necesidad de que yo dijera que quería para recibir lo que esperaba. Me pregunto entonces: ¿Quien le enseño a este niño de 4 años a conmover a una mujer con una simple flor? Estoy muy segura que nadie… ahí reflexione sobre como encontrar a ese hombre que me hace feliz siendo él libre y solo teniendo comportamientos que le nacen y que encajan con mi idea de las actitudes que satisfacen. Ese hombre libre debe de tener su toque de valiente por que ser libre necesita de mucha valentía valor atribuido a “príncipes perfectos” ese hombre valiente es tan cursi y hermoso como un bolero. Y retomo también palabras de Sabina ya que por ahí Rocío me dejo antojada de escudriñar en el recuerdo de sus frases… "Los mejores poetas les tienen envidia a los boleristas porque estos no le tienen miedo a sacar las lágrimas".

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